Personal investigador del IMIBIC demuestran por primera vez que la dieta mediterránea previene la repetición de accidentes cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una de las principales causas de mortalidad y gasto sanitario en Europa. Además de los medicamentos y los procedimientos de revascularización, el estilo de vida es un claro determinante de la incidencia y recurrencia de eventos cardiovasculares. Entre los componentes del estilo de vida, la dieta es el factor más investigado y respaldado. Las dietas bajas en grasas (ricas en hidratos de carbono complejos) y las dietas mediterráneas (ricas en grasas monoinsaturadas, cuya principal fuente es el aceite de oliva virgen) han demostrado ser eficaces en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares incluso en pacientes de alto riesgo que tienen enfermedad cardiovascular aún no desarrollada.